
Situación
El castillo de Belmez, visible desde cualquier ángulo, se alza
majestuoso sobre la cima de una elevada roca desde la que domina, a
sus pies, la localidad del mismo nombre, en la provincia de
Córdoba. Desde el guardián del Alto Guadiato se divisan también los
municipios vecinos de Peñarroya-Pueblonuevo, Espiel y Fuente
Obejuna.

Vista de Belmez
Belmez se encuentra a 70 kilómetros de Córdoba, en el noreste de la
provincia, y se puede llegar a través de la carretera Nacional 432,
que une Córdoba y Badajoz. El castillo se encuentra al noreste de
la localidad, siendo la calle Rafael Canalejo Cantero,
anteriormente llamada calle Empinada, el camino más directo para
llegar al él. Desde esta calle parten unas escaleras que llegan
hasta las mismas puertas de la fortaleza.

Escaleras de acceso al
castillo.
Historia
Los restos más antiguos de Belmez que se conocen hasta el momento
pertenecen al Neolítico final, proceden del yacimiento de Sierra
Palacios, y se trata de varios fragmentos de cerámica decorados a
base de una capa de pigmento rojo (almagra) que recubre toda la
superficie. La etapa mejor y más representada en Belmez es la que
sigue al Neolítico, el Calcolítico, de la que se cuentan además de
poblados sepulturas de varios tipos y fases. De época romana se
tiene constancia mediante inhumaciones con lapida funeraria, minas
de cobre, minas de hierro, etc.. Y al sur de la aldea de El Hoyo
hay un hábitat que confirma también la presencia visigoda.
Pero las primeras noticias de Belmez aparecen con la invasión
musulmana y sus distintas etapas históricas, el emirato, el
califato y los posteriores reinos taifas. En el año 1235 Belmez fue
conquistada a los musulmanes por Fernando III el Santo.
Se tienen noticias de su castillo desde el año 1245, aunque la
torre principal y la muralla son posteriores, del siglo XV.
Perteneció a la Orden militar de Calatrava después de pasar por el
Concejo de Córdoba.
En el siglo XV Córdoba fue un punto importante en la culminación de
la Reconquista. El castillo de Belmez se convirtió en una
importante zona de control, pues en la guerra de Granada se pidió
ayuda a ciertas ciudades castellanas para poder hacer frente al
contingente nazarí.
Uno de los episodios más relevantes de su historia tuvo lugar entre
los años 1810 y 1812. Durante la Guerra de la Independencia las
tropas francesas se adueñaron del castillo, ocupándolo durante
largo tiempo. Tan importante fue para los invasores franceses esta
plaza que repararon incluso parte de recinto. La dominación
francesa dejó una huella tan profunda en Belmez que sus habitantes
prefirieron deshacerse de ese bastión que tan atractivo resultaba
para sus enemigos, e intentaron destruirlo.
Este castillo fue también testigo de los enfrentamientos entre el
general Riego y las tropas realistas.
Descripción
El castillo de Belmez, al igual que otros que poblaron el norte de
la provincia de Córdoba, custodiaba el camino viejo de Los
Pedroches.
A la fortaleza se llega por una empinada y zigzagueante escalera
que parte desde la calle Rafael Canalejo Cantero. A lo largo de su
recorrido se han dispuesto algunos descansillos que permiten
recuperar el aliento, y desde los que puede verse la cantera que,
en el siglo XIX, a punto estuvo de arruinar este enclave.
El acceso al recinto se realiza a través de una puerta acotada,
situada en uno de los cubos. Al lado de ella había un torre
albarrana, típico sistema defensivo árabe.
De forma alargada, su planta se adapta al terreno sobre el que se
asienta, una enorme roca infranqueable por el lado noroeste por un
profundo acantilado. Seis torres semicilíndricas dispuestas a lo
largo de una muralla con tramos de distintos grosores rodean el
recinto interior, en cuyo patio de armas, hoy cubierto de
vegetación, perdura un aljibe conocido popularmente como la
pisada del caballo, y que, dadas las características del
terreno, siempre contiene agua.
La torre del Homenaje, de planta pentagonal y once metros de
altura, está dividida en dos plantas rematadas en bóvedas de
ladrillo. Su interior revela hoy día las desafortunadas y
antiestéticas labores de reconstrucción que, sin tener en cuenta el
pasado, se realizaron en el año 2001. Estuvo rematada por matacanes
y almenas, elementos claramente defensivos que han desaparecido con
el paso del tiempo. De entre sus escasos vanos destaca una ventana
con arco de medio punto. Desde sus balcones pueden verse Sierra
Palacios, el pantano de Sierra Boyera y un lago artificial
originado de una explotación minera. Desde la parte más alta de la
torre se divisan también las localidades próximas, algunos pozos
mineros y las vías férreas que antaño fueron de pasajeros entre
Córdoba y Almorchón y que hoy sólo se usan para el transporte de
mercancías.
Materiales
En la construcción de esta fortificación se empleó la piedra,
aplicando las dos principales técnicas constructivas, la
mampostería, o piedra escasamente labrada para la zona de los
muros, y la sillería, para las esquinas de las torres, donde se
cuida más el trabajo de la piedra.
Estado de conservación
A lo largo de su historia, el castillo de Belmez ha pasado por
momentos de auténtico olvido, aunque no han logrado destruir del
todo su robusta figura.
En el año 1961 el arquitecto Félix Hernández Jiménez restauró parte
del castillo, y en 2001 la Junta de Andalucía invirtió 279.080
euros en la consolidación de sus restos.
Actualmente se está elaborando, en colaboración con la Delegación
de Medio Ambiente, un proyecto para la mejora de los alrededores de
la fortaleza.
Por el momento el Ayuntamiento de Belmez no tiene intención de
llevar a cabo ninguna nueva actuación sobre el edificio, aunque
desde hace tiempo se habla de la construcción de un elevador para
facilitar el acceso al mismo.
En las piedras del camino hay una curiosa inscripción del año 1959,
que pasará a la historia por su forma de pergamino y su contenido,
que poético dista mucho del puro vandalismo de las pintadas de hoy
día.
Info extraida de
Castillosnet.org
Imagenes del interior
del castillo.

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