Consta de una extensa pradera dónde siempre pueden verse pastar vacas y caballos, y un refugio con una chimenea. Subiendo por la pista forestal, hacia el norte, se llega a la sierra y al mirador de Costalago, uno de los cinco miradores oficiales del parque natural, que merece mucho una visita. Hacia el sur se llega a unos extensos pinares, y al este y al oeste se pueden disfrutar de vistas de la sierra y de los senderos oficiales por las sierras del noroeste soriano PR-SO6.
Como curiosidad, en 1810 en este lugar que tuvo lugar una batalla mitad historia, mitad leyenda, dirigida por el cura Merino. Además algunos historiadores consideran que parte de los relatos que se narran en la leyenda de los siete infantes de Lara del siglo X transcurren al noroeste de este paraje, en los terrenos denominados Valdespejón. La leyenda dice que en este lugar Mudarra al fin encuentra a Ruy Velázquez, a quién perseguía para vengarse, y le hiere para después llevarle a Vilviestre a ajusticiarle.
El relato aparece recogido en la Crónica General de 1344 así " "[...] e quando don Mudarra llego a Aranda, el traydor era en Coruña, que la tenia en grant onrra como suya, e los que y moraban como suyos; e aluergo y esa noche, e madrugo quando cantauan los gallos, e fuese agua de Espeja açima; e quando fue mañana, yua catando la rribera con su açor muy bueno que traya, e ante que llegase a Espeja, fallo una garça muy brava, e lançole el açor de muy lueñe, e el açor no la pudo alcançar, e rodeola a tan alto que lo perdieron de vista. E Ruy Vasques fue por esto muy sañudo; e començo de lo buscar, con sus tresientos cavalleros que traya, por toda parte. E ellos asy buscando su açor, vieron venir a don Mudarra con mill cavalleros que traya con sigo; e los atalayas que Ruy Vasques traya vieron venir a don Mudarra e fueronse para el y dixeronle: señor, afevos aqui viene don Mudarra con muy grandes compañas. E aquel lugar do le esto dixeron avia nombre Val de Espeja, e dijo estonçe Ruy Vasques qure alli los esperaria; e porque los espero alli, ovo nombre de alli adelante Val de Espera, e asy lo ha oy dia" y se describe en la "Historia de la Villa de Espeja" sobre Espeja de San Marcelino, de Eugenio Delgado.
Se puede acceder en coche por una pista forestal que atraviesa los pinares y la Sierra desde la carretera que une los pueblos de Orillares y Muñecas hasta el pueblo de Hontoria del Pinar. Hay más caminos que llevan allí pero esa es de las que está en mejor estado. También se puede recorrer esta pista andando, desde cualquiera de los dos lados o los numerosos senderos que hay por la zona.
Merece la pena disfrutar de este lugar con calma, llevarse un bocadillo y hacer una parada para comer algo.