Donde en el siglo XVI se encontraba la antigua Torre de vigilancia, "camina" casi 700m hacia dentro del mar Mediterráneo, alli se encuentra el tesoro del navegante, pero no será tan fácil encontrarlo; el camino es duro pero la recompensa merece la pena, donde el último rayo de sol toca alli ha dejado su marca con el tono favorito de Van Gohg, allí encontrarás el tesoro.
Si llegaste hasta aquí tomate tu tiempo, disfruta del aroma del mar como nunca, el viento en tu piel, y la Isla Grosa y Farallon a tus pies.