En la Antigüedad el principal medio de transporte era el barco. Sin embargo, no era nada fácil pilotarlo. Los marinos se tenían que orientar en el mar observando las estrellas o el Sol; según en qué posición se encontraran podían saber en qué punto de la Tierra estaba el barco. Por ejemplo, cuánto más alta se vea la Estrella Polar sobre el horizonte más cerca estamos del Polo Norte. Algunos instrumentos que utilizaban para observar el firmamento eran:
El astrolabio, es un instrumento que fue inventado por los griegos y tenía muchos usos: calcular la hora o la fecha, las horas de salida y puesta del Sol, alturas de edificios, orientarse en el mar, etc.
Astrolabio atribuido a Gualterius Arsenius (hacia 1560)
La ballestilla, se llamaba así porque se sostenía como si se estuviera apuntando con una ballesta.
El astrolabio y la ballestilla se quedaron anticuados cuando apareció el cuadrante de Davis, inventado a finales del XVI por el inglés John Davis y, finalmente, en el siglo XVIII, se impuso el sextante, evolución del octante, que mediante un anteojo y dos espejos permite hacer observaciones más fáciles y precisas.
Para saber qué rumbo llevaba el barco, se usaba la brújula, inventada en China hace dos mil años. Una brújula no es más que un imán con forma de aguja. La Tierra es como un gigantesco imán, cuyos polos Norte y Sur atraen a la aguja, de manera que uno de sus extremos siempre señala al norte, estemos donde estemos.
Los navegantes también necesitaban relojes muy exactos para medir el tiempo que llevaban en el mar y así conocer su posición (longitud) y no perderse. Por este motivo, se convocaron concursos con grandes recompensas para el que consiguiera un reloj que casi no atrasara ni adelantara: el primero que lo logró, en el siglo XVIII, fue un relojero inglés, John Harrison (1693-1776), resolviendo el problema de la longitud.
Muchos de estos instrumentos utilizados para la navegación están expuestos en la sala “Espacio y Tiempo” del MUNCYT de Alcobendas. La entrada es gratuita.
Actualmente, para orientarnos de manera muy exacta contamos con sistemas como el sistema GPS (Sistema de Posicionamiento Global), una red de 24 satélites estadounidenses –completada en 1994-, que orbita sobre la Tierra y permite determinar la posición de cualquier punto, pero hasta el siglo XVI la navegación era solo para valientes como el protagonista de nuestra historia.
A la hora de realizar un viaje es importante tener un buen mapa. Este es el objetivo de la cartografía, que es la ciencia que trata del diseño de mapas y cartas de navegación. Sin los instrumentos científicos adecuados, los mares y océanos apenas se habían explorado en el siglo XVI, y los mapas de esa época aparecían rodeados de inscripciones que marcaban Terra Incognita o tierra desconocida, con dibujos en los mapas de dragones, serpientes marinas gigantes, islas habitadas por criaturas fantásticas y mares helados. Afortunadamente, instrumentos como la ballestilla, el sextante, el radio latino, los astrolabios, los relojes y cronómetros de precisión iniciaron el periodo de la navegación científica en los océanos, convirtiendo a todos esos monstruos malvados en bonitas leyendas que ilustran los mapas antiguos.
Para conseguir las pistas de los cachés necesitarás conocer bien el terreno si no quieres naufragar.
Y ahora fíjate en el hemisferio sur del planisferio de Mercator y compáralo con un mapamundi actual. ¿A qué se debe la diferencia?
Planisferio de Rumold Mercator (1587).
Zarparemos en nuestro barco con la imaginación, seguiremos los pasos del misterioso protagonista de nuestra historia y navegaremos rumbo sur para alcanzar las costas de nuestro primer destino:
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12335 567135897 946024915
Coordenadas primer destino: N 40º RG.GRI W 003º RS.IRR
Una vez alcanzado el primer destino sabremos el nombre del personaje misterioso:
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12305 6779
Coordenadas segundo destino: N 40º MJ.KEM W 003º MO.mmm
Las coordenadas mmm y la pista para descubrir a nuestro personaje se encuentran dentro del primer caché, que es una pequeña caja magnética.
Ya estamos cerca del final, ahora conocemos toda la historia. Lugar:
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1234312163 732
Coordenadas tercer destino: N 40º AK.BAB W 003º AU.nnn (final)
Las coordenadas nnn y la siguiente pista se encuentran dentro del segundo caché, que es una pequeña caja de plástico.
El caché final es una caja magnética ubicada en una pasarela entre dos mundos.