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LM: Vía de Traslaviña. #01 Por las pedanías Wherigo Cache

Hidden : 9/18/2016
Difficulty:
2.5 out of 5
Terrain:
2 out of 5

Size: Size:   regular (regular)

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Geocache Description:


No sólo la margen izquierda de la ría de Bilbao sufrió la fiebre de la minería del hierro de finales del siglo XIX y principios del XX, la zona de Castro-Urdiales también aprovechó la coyuntura para la extracción del preciado mineral. Con LEGADO MINERO descubriremos una parte importante de la historia de Castro-Urdiales al redescubrir cerca de 200 vestigios mineros recorriendo las 7 vías mineras (Traslaviña, Alén, Dícido, Setares, Piquillo, Chiquita y Sonabia) por las que se trasportaba el mineral desde las profundidades de la tierra a los cargaderos situados en los acantilados. Luego, desde allí, buques mercantes repartían el mineral por innumerables puertos de Europa, Cardiff, Newcastle, Liverpool, Dunkerke, Rotterdam...

En nuestro recorrido por los cachés de LEGADO MINERO nos acompañarán cuatro personajes de la "época de hierro" que nos irán dando pistas y nos ayudarán a resolver los caches. Gracias a ellos descubriremos historias de inhumano trabajo, de accidentes mortales, de la búsqueda del progreso a toda costa, historias de innovación constante, espionaje, voladuras, submarinos... ¿Estás preparado?

El ferrocarril Castro-Traslaviña

Por las pedanías castreñas


La construcción de la línea de ferrocarril Castro-Traslaviña, hay que enmarcarla en el desarrollo económico que se esta operando en el municipio a finales del siglo XIX, como consecuencia de la creciente actividad minera en Castro Urdiales y Vizcaya. Se trataba de comunicar el Puerto de Castro con las líneas ferroviarias de Vizcaya, y el transporte y embarque del mineral de las explotaciones mineras de Sopuerta, Arcentales y Las Muñecas. La configuración topográfica del terreno, la voluntad de servir a las concesiones mineras y de atravesar ciertos centros de población, determinaron la conveniencia del trazado aprobado, en el que se practicaron actuaciones de envergadura. Entre ellas, la más importante era salvar el puerto de las Muñecas, en el límite entre Vizcaya y Cantabria; ello se consiguió gracias a la construcción de un túnel de 1950 m., el 2º mas largo de los ferrocarriles de vía estrecha. También hubo que vadear los río de Rucalzada y la carretera de Balmaseda (mediante el viaducto de Los Vados); el río Cabrera se salva con el puente de San Juan, en Santullán; y la ría Brazomar y la carretera de Sámano se atraviesa con el puente de Brazomar ya desaparecido. Entre Mioño y Castro, las faldas del monte Cueto se atraviesan mediante un túnel de 400 m., y otro túnel de 80 m., el del Vizonde, permitirá prolongar el ferrocarril hasta las zonas de embarque de mineral en Urdiales. La vía tenía varios apeaderos, y dos estaciones en Otañes y Mioño, y otra en Castro.

La estación de Castro estaba equipada con un edificio de viajeros, un muelle cubierto y otro descubierto para mercancías, un depósito de agua para las locomotoras, una placa giratoria para locomotoras y cinco para vagones, cocheras para material tractor y remolcado, muelle para carbón y retrete.

Antigua estación de Castro Urdiales.

El edificio de viajeros disponía de varias dependencias (vestíbulo, factoría, mostrador de equipajes, sala de espera, despacho y habitaciones), sobredimensionadas para lo que era una estación de segundo orden. Comenzó a edificarse en 1899 y· para ubicarla en el emplazamiento elegido, muy próximo a la población, fue necesario derribar la muralla medieval, convirtiéndose la propia estación y sus vías en una nueva muralla que impidió el crecimiento por esa zona hasta fechas muy recientes. El monumental edificio de viajeros fue diseñado por Eladio Laredo, que le organizo con un estilo clasicista. En él destacaban un elevado pórtico en el cuerpo central hasta la segunda planta, al que se accedía mediante una escalera de dos tiros, franqueado por dos cuerpos laterales que desarrollaban en sus fachadas arcos entrelazados inscritos en un rectángulo coronado por una palmeta. El remate del edificio se hacia a base de columnillas sobre las que iba apoyado el alero. En las dependencias auxiliares se siguió un esquema compositivo similar pero a escala mas reducida. Como materiales se emplearon principalmente ladrillos y piedra, y muy poco hierro que había sido el material predominante en las estaciones ferroviarias. El contraste cromático entre el rojo del ladrillo y el color claro de la piedra se resaltó con la cerámica esmaltada de Zuloaga, que albergó sus composiciones geométricas, de animales y motivos clásicos en frisos, cornisas y antepechos. La construcción de esta estación concluyó en 1902 y hasta 1974, fecha en que fue inexplicablemente derribada, constituyó una de las edificaciones más singulares de la villa.

Las vías del ferrocarril a su paso por el municipio.

En general, se procuró rebajar los costes de establecimiento de la línea ajustándose a las condiciones topográficas del terreno, manteniéndose pendientes del 2% y excepcionalmente del 3%. De todas las expectativas que acompañaron el nacimiento de esta línea, algunas quedaron sin hacer, por ejemplo, el enlace con la línea de Triano. Quedó finalmente con una longitud de unos 20 Km. Con dos ramales que tomaban diferentes direcciones desde Jarrarta (Sopuerta), uno que llegaba hasta San Pedro de Galdames y otro que enlazaba con la línea Bilbao- Santander en Traslaviña. Para hacer posible la salida al mar del mineral de hierro transportado por este ferrocarril fue necesario construir un enlace entre la estación de Castro Urdiales y la ensenada de Urdiales, donde se habrían de instalar dos puntos de embarque.

Vista del cargadero exterior de Urdiales.

Se construyeron dos embarcaderos metálicos en voladizo. El más importante y longevo de ellos se construyó y comenzó a funcionar en 1899. Tipológicamente constaba de bóveda de fábrica provista de gruesos contrafuertes que permitía salvar una depresión marina rocosa, y a continuación de ella, dos vigas en celosía de forma triangular formadas por montantes comprimidos y diagonales estiradas, ancladas en uno de los extremos al estribo de mampostería y articuladas en un punto intermedio, que avanzaban por el otro extremo hacia el mar. Las vigas sostenían un tablero sobre el que iban tendidas unas vías que conducían las vagonas de mineral hasta un aparato basculador que permitía volcar la carga en una tolva que vertía directamente a los barcos. La longitud total de la estructura de 56 m. de los cuales 20 m. media el brazo anclado a tierra y 36 m. el pescante, y la altura sobre el nivel del mar en pleamar 15 m. El embarcadero tenía una capacidad de carga de 900 toneladas/día y permitió cargar buques de hasta 6.000 toneladas/día que fondeaban bajo la estructura en una zona con un calado de 7,5 m.

Cargadero interior de Urdiales. Principios de siglo XX.

Dos años antes de la puesta en uso de este cargadero, en 1896, se construyó otro ubicado más al interior de la dársena y por lo tanto resguardado, pero impracticable para los barcos grandes. Era de tipología similar pero con una disposición distinta. Constaba de una armadura de acero de brazos desiguales y arriostramientos diagonales, con una longitud total de 47 m. (28 m. la parte volada y 19 m. la culata anclada a tierra firme), sobre cuyo tablero discurrían directamente las vías hasta el extremo, donde había una tolva para vertido a las bodegas de los buques. Esta estructura metálica iba apoyada sobre una obra de fábrica de sillería consistente en un grueso pilar cimentado en la roca y una pilastra intermedia desde la que volaba el pescante. Este cargadero tenía una altura de 15,5 m. sobre el nivel del mar y estaba emplazado en una zona de menor calado, de ahí que solo pudiesen acceder buques pequeños. Dejo de usarse en los primeros años de la década de los setenta y aun hoy quedan visibles restos de fábrica de su apoyo.

 

El Cache


Se trata de un cartucho wherigo con el que se realiza un recorrido por la primera parte de la antigua vía Castro-Traslaviña. El recorrido, que comienza en el barrio de Urdiales, finaliza en la pedanía castreña de Lusa. El recorrido consta de unos 6 kilómetros y se tarda unas 2 horas en realizarlo.

Si se desea, se puede continuar de seguido con la segunda parte (otros 6 kilómetros) que nos lleva hasta el túnel de Herreros cerca del límite con Vizcaya. El cartucho está diseñado para que se guarde cada poco tiempo aunque nunca está de más guardarlo de vez en cuando. Es muy recomendable hacer el recorrido en bici ya que el terreno es muy llano y tras salir de la ciudad es un paseo muy agradable.

El cartucho lo puedes descargar pulsando sobre la siguiente imagen.



Click aquí


Algunas recomendaciones para jugar:
1.- Para poder descargar el cartucho debes registrarte con el nombre de geocaching en: http://www.wherigo.com
2.- Descarga el cartucho en formato Pocket Pc, así podrás ver las fotos y oír el audio que incluye. El cartucho está optimizado para el formato Pocket Pc, si alguien utiliza otro formato me gustaría saber que tal ha funcionado.
3.- Activa el GPS del terminal antes de empezar a jugar.
4.- Nada más empezar el juego repasa los objetos que llevas en tu mochila, así como los objetivos que tienes que alcanzar (Task). Acude con periodicidad a esta pantalla ya que a lo largo del juego se irán modificando.

Os agradecería que me informéis de cualquier error, problema o posible mejora que observéis.



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En la web del proyecto LEGADO MINERO podrás encontrar toda la información sobre el proyecto así como todos los tracks de las rutas, geocachés, personajes del proyecto, historia minera, mapas interactivos, fotos antiguas, dónde dormir y comer por la zona etc.

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