Después de pasar injustamente por la cárcel, declarada culpable de un robo que no cometió, la Agüela Jones ha decidido dar el golpe de su vida, el que le permita retirarse y dedicarse a su afición favorita (el geocaching), para el resto de sus días.
Para ello urde un ingenioso y complicado plan, a prueba de todo, para hacerse con una fortuna sin lastimar a nadie: un meticuloso y cauto atraco con el objetivo de robar el dinero de un furgón blindado
Después de una meticulosa selección de colaboradores, y gracias a una precisión insospechada, el atraco se desarrolla según lo previsto, con gran éxito.
Pero los problemas se presentan con el reparto del botín, lo que obliga a la Agüela a esconderlo, en plena noche, en algún punto recóndito de María de Huerva.